El yoga es mucho más que solo posturas y estiramientos; es una filosofía, un camino hacia el equilibrio y la paz interior. Para sumergirte completamente en esta práctica ancestral, es esencial comprender algunos de los términos comunes de yoga que te ayudarán a navegar por este viaje espiritual y físico. En este artículo, exploraremos 10 términos que todo yogui, ya sea principiante o experimentado, debe conocer.
1. Asana Las asanas son las posturas físicas que practicamos en yoga. Cada asana tiene un propósito específico, ya sea para fortalecer el cuerpo, mejorar la flexibilidad o equilibrar la mente. Con el tiempo, la práctica de asanas puede ayudarte a alcanzar un mayor bienestar físico y mental. 2. Pranayama Pranayama se refiere al control consciente de la respiración. A través de técnicas de respiración específicas, puedes dirigir la energía vital (prana) dentro de tu cuerpo, lo que te brinda claridad mental y estabilidad emocional. La respiración es una parte fundamental del yoga y se usa en combinación con asanas y meditación. 3. Mantra Los mantras son palabras, frases o sonidos repetidos en meditación o durante la práctica de yoga. Se utilizan para enfocar la mente, calmar el ruido mental y conectarse con la esencia espiritual. Om es uno de los mantras más conocidos en el yoga. 4. Chakra Los chakras son centros de energía en el cuerpo que están conectados a diferentes aspectos de nuestra vida y salud. En yoga, se cree que equilibrar y alinear los chakras puede conducir a una mayor armonía y bienestar. 5. Namaste Namaste es una palabra sánscrita que se usa comúnmente al final de una clase de yoga. Significa "el divino en mí saluda al divino en ti" y refleja el respeto mutuo y la unidad entre todos los seres. 6. Drishti Drishti se refiere al punto de enfoque visual durante una asana o una práctica de yoga. Mantener un dristi adecuado puede ayudar a mejorar la concentración y el equilibrio. 7. Savasana Savasana, o la "postura del cadáver", es la postura de relajación al final de una clase de yoga. Es un momento de calma, donde se permite al cuerpo y la mente integrar los beneficios de la práctica. 8. Mudra Los mudras son gestos hechos con las manos que se utilizan para canalizar la energía y simbolizar estados mentales. Cada mudra tiene un significado específico y puede influir en tu práctica de yoga y meditación. 9. Guru En el contexto del yoga, un guru es un maestro o guía espiritual. Pueden proporcionar sabiduría y orientación en tu viaje espiritual y ayudarte a profundizar en tu práctica. 10. Ahimsa Ahimsa es el principio de la no violencia y la compasión hacia todos los seres vivos. Es un pilar fundamental de la ética y la filosofía yogui, recordándonos que el yoga va más allá de la esterilla y se refleja en nuestras acciones diarias. Conocer estos 10 términos comunes de yoga te ayudará a enriquecer tu práctica y comprender más profundamente la riqueza de esta disciplina milenaria. A medida que avanzas en tu viaje de yoga, estos conceptos te servirán como faros de luz, iluminando el camino hacia la paz interior y la realización personal. Namaste. ¿Qué significado tiene la palabra yoga?
El yoga es una práctica milenaria que ha ganado popularidad en todo el mundo en las últimas décadas. A menudo se asocia con la flexibilidad física y las posturas corporales, pero su significado va mucho más allá de la actividad física. La palabra "yoga" tiene profundas raíces en la cultura india y abarca una rica variedad de significados y dimensiones que trascienden lo físico y se adentran en lo espiritual, mental y emocional. Origen del término "yoga" La palabra "yoga" proviene del sánscrito, una lengua antigua de la India. Su raíz etimológica es "yuj," que significa "unión" o "conexión." Este concepto fundamental de unión es la base de la filosofía y la práctica del yoga. Yoga como unión del cuerpo y la mente Uno de los significados más esenciales del yoga es la unión entre el cuerpo y la mente. A través de la práctica de asanas (posturas físicas) y pranayama (control de la respiración), el yoga busca armonizar y equilibrar el cuerpo y la mente. Esta unión no solo promueve la salud física, sino que también ayuda a calmar la mente y a reducir el estrés. Yoga como unión con el yo interior El yoga también se considera una vía para conectar con el yo interior. Se cree que a través de la práctica regular, uno puede llegar a comprenderse mejor a sí mismo, sus deseos, miedos, y deseos profundos. Esta autoconciencia puede llevar a un mayor crecimiento personal y espiritual. Yoga como unión con lo divino En la tradición del yoga, se reconoce la existencia de una realidad suprema o divinidad, que puede tener diferentes nombres en las distintas escuelas y corrientes del yoga. El yoga se considera una vía para alcanzar la unión con esta realidad suprema, ya sea a través de la devoción, la meditación, la contemplación o la autorreflexión. En resumen, la palabra "yoga" abarca una amplia gama de significados que van desde la unión del cuerpo y la mente hasta la conexión con el yo interior y la divinidad. El yoga es una práctica holística que va más allá de las posturas físicas, y su significado varía según la perspectiva individual. Para muchos, el yoga es una herramienta poderosa para mejorar la salud física, mental y espiritual, así como para buscar una mayor comprensión de sí mismos y del mundo que los rodea. Los niyamas son reglas de comportamiento individual. Eliminan la negatividad y mejoran nuestro carácter, regulan los hábitos, fortalecen el poder de voluntad y de esta manera, preparan la mente para la meditación. Los cinco niyamas son: 1. Saucha [pureza]: mantener puro y limpio nuestro cuerpo, mente y el ambiente donde nos movemos. Las posturas y ejercicios de respiración de yoga nos ayudan a depurar el cuerpo internamente. 2. Santosa [satisfacción/alegría del corazón]: nos invita a sentirnos agradecidos por todo lo que tenemos, en vez de quejarnos y sentir ansiedad por lo que no poseemos. El yogui no siente la falta de nada. 3. Tapas [esfuerzo ardiente]: crear un fuego interno para quemar nuestras impurezas y fortalecer la mente a través de una práctica espiritual constante, aunque la mente tenga resistencia. Nos invita a superar los obstáculos y deseos que se interpongan en el camino. Abarca purificación, auto-disciplina y austeridad. 4. Svadhyaya [estudio de sí mismo]: estudio de sí mismo a través de las escrituras sagradas y la repetición constante de mantras. El yoga no es una religión, sino la ciencia de las religiones, cuyo estudio facilitará que el Sadhaka aprecie mejor su propia fe. Quien lo practica, comprende que la divinidad reside en su interior, y que la energía que lo mueve es la misma que mueve al universo entero. 5. Isvara Pranidhana [amor a DIos, auto-entrega]: servicio desinteresado, amor incondicional y entrega completa al maestro espiritual y a Dios. En resumen, los niyamas son reglas de comportamiento individual que nos ayudan a cultivar una actitud positiva y mejorar nuestro carácter. Estas prácticas nos guían hacia la pureza, la satisfacción, el esfuerzo ardiente, el estudio de nosotros mismos y la entrega a lo divino. Al seguir los niyamas, eliminamos la negatividad, fortalecemos nuestra voluntad y preparamos nuestra mente para la meditación. A través de estas enseñanzas, podemos encontrar una mayor armonía interna y vivir una vida más plena y significativa. El sentido de Aparigraha es "no acumular". La práctica de este Yama nos ayuda a distinguir entre aquello que queremos y aquello que necesitamos, para que podamos ir soltando todo aquello que no nos es útil en nuestra vida, ya sean posesiones materiales, pensamientos, emociones o sentimientos. Aparigraha es encontrar la simplicidad de la vida. Tener muchas posesiones o dinero no es un problema en sí. El dinero es un medio de intercambio, energía simbolizada de un trabajo hecho. El problema con el dinero es el mismo que con el agua: si no circula se corrompe. El peligro de la codicia y de la riqueza es que nos obsesionemos tanto con lo material, que no dirijamos nuestra mirada hacia lo espiritual. Al final, se trata de ir ligeros de equipaje. Con la práctica de Aparigraha vamos reduciendo las preocupaciones, el estrés y la ansiedad, a la vez que ganamos más tiempo para dedicar a nuestra práctica personal (sadhana). Brahmacharya es el 4º punto del Yama (primer peldaño del yoga). Significa literalmente "el que sigue la senda de Brahma (dios creador)", y muchas veces se traduce como castidad o celibato, pero nosotros lo interpretaremos como la virtud de la moderación. Hoy en día esto está muy fuera de uso y es ajeno a nuestro estilo de vida. Algunos yoguis y monjes (swamis) hacen votos de castidad, al igual que los monjes occidentales, pero no es necesario el celibato para la practica del yoga. La mayoría de nosotros, practicantes de yoga, tenemos que interpretarlo como "moderación". La moderación es la virtud de la templanza, del justo término medio, del "meden agan" de los griegos, el "nada con exceso" (pero nada con exceso de mucho, ni con exceso de poco). Si reprimimos un impulso natural tan poderoso como el sexo, eso puede llevarnos a graves trastornos de la personalidad y de la salud. La clave no está en reprimirlo, si no en controlarlo, en moderarlo. Hacer que el sexo sea algo útil, creativo y placentero en nuestra vida, sin que nos obsesione ni nos esclavice haciéndonos perseguirlo a toda costa como único objetivo en nuestra vida. La búsqueda del sexo, del dinero y del poder son las tres grandes tentaciones del hombre, los tres grandes móviles de la vida que lo impulsan a moverse y a actuar en el mundo, pero esa búsqueda tan presente en la gran mayoría de seres humanos (eso forma parte de la naturaleza humana), nos puede hacer no dirigir nuestra mirada hacia otros aspectos más espirituales. La moderación significa darle a cada cosa su importancia y no permitir que dirija nuestra vida. Ser moderado, equilibrado, es una gran virtud que hay que trabajar duramente, pues los instintos y las pasiones humanas tienen muchísima fuerza, y si nos descuidamos, toman las riendas y el control de nuestra vida. Brahmacharya es moderación, ni represión ni libertinaje: moderación. Alcanzar el "justo término medio" y mantenernos en equilibrio en él. Esto no es nada fáci. Hay maestros que dicen que sólo mediante el celibato se pueden sutilizar las energías sexuales en energías espirituales, despertar la kundalini, activar los chakras superiores y alcanzar la realización espiritual. Cada persona puede interpretarlo de diferentes formas; es importante respetar las distintas maneras de pensar y no juzgar a los demás. El tercer código de ética del yoga es ASTEYA, que significa literalmente "No-Robar". Pero la palabra "robar" va más allá de tomar cosas materiales que no son nuestras. ¿Te has puesto a pensar si te han robado o tú has robado a alguien paz, energía o tiempo? Asteya incluye no sólo tomar algo de alguien más sin permiso, sino también usarlo para un propósito distinto al acordado, o por más tiempo de lo permitido por su propietario. ¡No abuses de la confianza de los demás! Trata a los otros como te gustaría que te trataran a ti. Asteya es una extensión del yama AHIMSA (No-Violencia), porque si cumples ahimsa, no desearás quitarle nada a los demás para no hacerles daño; sabes que hacerle daño al otro, es como hacerte daño a ti mismo. Satya es un yama o principio ético que consiste en cultivar la honestidad de pensamientos, palabras y actos. Ser totalmente honestos con nosotros mismos y los demás sin causar dolor. Según la sabiduría ancestral, es mejor quedarse callado que expresar una verdad hiriente y cruel. Antes de dar una opinión no solicitada o criticar, es aconsejable hacer una pausa y considerar: ¿Esto es verdad? ¿Esto es necesario? ¿Esto es útil? ¿Esto es amable y bondadoso? Ser veraces es mucho más que “no decir mentiras”. Ser veraces es ante todo ser coherentes entre lo que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos. Esta es la palabra clave de satya aplicada a la moral: COHERENCIA. Practicar satya requiere que estemos abiertos a la verdad en el momento presente, cuando nos es revelada. Ninguno de nosotros experimenta un evento de la misma forma. Además, aquello que hoy consideramos verdad puede no serlo mañana; nuestra consciencia se expande constantemente. La raíz de satya, SAT, significa “ser”, “aquello que existe”, de donde satya se traduce como “lo real” y “lo verdadero”. La verdad de cada ser es aquello que no cambia. Todo lo sujeto a cambio es un "estado", no una verdad. Tampoco es algo falso, pero no es auténtico. Lo auténtico de cada persona surge de su propia esencia y se expresa en sus dones, aquello que cada ente o individuo aporta simplemente por SER. Probablemente, lo más cercano a satya sean esos momentos de quietud en los que logramos conectarnos con nuestra esencia y escuchar el silencio. “Buscad la verdad, y la verdad os hará libres” Juan 8:32 Ahimsa significa no causarle dolor o sufrimiento a ninguna criatura viviente, en pensamiento, palabra, obra y omisión. Es por esto por lo que muchos yoguis son vegetarianos. Comprende dos partes: la primera es abstenernos de causar dolor y sufrimiento. Este punto incluye también, no apoyar cosas que promocionen violencia (como por ejemplo comprar artículos donde trabajen menores de edad o productos y acciones de empresas que dañen la ecología). Y evitar la indiferencia ante el sufrimiento de cualquier ser vivo. La segunda es la práctica activa de amor y compasión con todos los seres vivos. Ahimsa es el punto principal de los yamas y los demás se deben basar en éste. Los otros yamas y niyamas están para perfeccionarlo. La filosofía de Gandhi está basada en Ahimsa. En palabras de la Biblia, significa: trata a tu hermano como te gustaría que te trataran a ti mismo. Este es el yama más importante. No-violencia significa amar todo, decía Swami Sivananda. Por esto debemos practicar ahimsa a cuatro niveles:
Como lo mencionamos anteriormente, en la tradición chamánica se dice también que sólo habrá paz entre los seres humanos cuando estemos en paz con la tierra, las plantas y los animales. Para desarrollar Ahimsa es muy recomendable practicar karma yoga, proteger el medio ambiente y comer una dieta vegetariana, pero debemos empezar a practicarla con nosotros mismos (por ejemplo: evitando juzgarnos) para llegar a su nivel más elevado, el cual se da cuando amamos hasta a nuestros enemigos. Como lo decían Jesús y grandes hombres de la historia como Gandhi, el Dalai Lama y Swami Sivananda: la forma más eficaz de lograr la paz es devolver bien por mal. En los sutras de Patanjali se menciona el siddhi (el poder que adquirimos cuando perfeccionamos cada uno de estos peldaños). Esta es la manera de darnos cuenta si estamos bien en la práctica. En la presencia del yogui que está sólidamente establecido en Ahimsa, se acaban todos los conflictos. Y ésta es la respuesta del yoga a la pregunta ¿Qué puedo hacer yo por la paz del mundo? La primera de las 8 ramas del yoga consiste en 5 principios o prácticas que nos ayudan a relacionarnos con otras personas y el mundo entero de la mejor manera posible; son algo así como los diez mandamientos, sólo que éstos son universales, trascienden cualquier religión, país, cultura...Nos ayudan a deshacernos de emociones como la codicia, el deseo y el apego. Los 5 principios de yama son: 1. Ahimsa: No violencia. 2. Satya: No mentir. 3. Asteya: No robar. 4. Brahmacharya: Moderación. 5. Aparigraha: No acumulación. Durante las siguientes semanas les platicaré un poco sobre cada uno de estos 5 principios con ejemplos simples para la vida diaria. Namasté. Los ocho pasos del yoga (u ocho escalones o ramas, siendo más literal) se atribuyen tradicionalmente a Patanjali, yogui del siglo III de nuestra era, y es considerado el texto fundacional del yoga. Como en una procesión o una escalera, cada estancia del sendero prepara al cuerpo y a la mente para la iluminación. Aquí te proponemos una explicación sencilla de cada uno de los ocho senderos, comenzando por los comportamientos sociales, yama (a menudo referidos como “hacer”, o hábitos que hay que cultivar) y niyama (“no hacer”, en el sentido de una prohibición o hábitos a evitar): 1. Yama Se divide en cinco aspectos a evitar, aunque también pueden entenderse como votos: Ahimsa, o no violencia. No lastimar a ninguna criatura, en pensamiento ni en acto. Satya, o no mentir. Cultivar la honestidad de pensamiento y acto. Asteya, o no robar. Esto aplica tanto para cosas materiales como intangibles, como la atención de los demás sólo para satisfacer tu ego. Brahmacharya, que a menudo se traduce como “castidad”, pero que literalmente quiere decir “buscar a Brahma”. Quiere decir evitar la lujuria, en el sentido de relaciones sexuales superficiales que disminuyen nuestra energía. También podemos interpretarlo como "moderación". Aparigraha, o cultivar el desapego a las cosas materiales y buscar una vida simple. 2. Niyama Son hábitos en el trato con nosotros mismos, sobre la observancia de una disciplina interior, y al igual que Yama se dividen en cinco aspectos: Saucha, o pureza, que se obtiene al cultivar los cinco aspectos del Yama. Se trata de una “limpieza” energética, o como dice la frase popular, “tratar tu cuerpo como si fuera un templo”. Santosa, o satisfacción, pero no la de los sentidos y las pasiones, sino la que se produce a través de habitar el instante y hacernos responsables de nuestra circunstancia actual, a partir de la cual podremos desarrollarnos. Tapas, o austeridad. Se trata de alejar la mente, el habla y el cuerpo disciplinadamente de aquello que no aumente nuestra energía, de manera que estemos disponibles para fines espirituales más altos. Svadhyaya, o estudio de los textos sagrados. Puede entenderse no sólo como el estudio de los Vedas y sutras de la tradición hinduista, sino por extensión el proceso educativo que promueve la conexión con lo que sea divino para ti. Isvara-pranidhana, o vivir con conciencia de lo divino. Se trata de cultivar devoción hacia lo que sea divino para ti, dios(es), Buda, los ancestros, etcétera. 3. Asana Aunque en muchos estilos de yoga se habla de asanas como sinónimos de posturas, el asana del óctuple camino se refiere por extensión a la preparación del cuerpo para la meditación. En Occidente, el yoga es visto a menudo como una forma de ejercicio y acondicionamiento físico, pero en la tradición se trata de aprender a controlar la posición del cuerpo durante largos períodos para evitar que éste sea una distracción durante la meditación. Como dijo Patanjali, “asana se consigue al liberar el cuerpo y la mente de la tensión y la impaciencia y meditar en el infinito”. 4. Pranayama “Pranayama” se suele traducir como “control de la respiración” puesto que el prana, o energía vital, está íntimamente ligado a la respiración. En efecto, muchos maestros hacen hincapié en la importancia de la conciencia en la respiración, pero no como una forma de “control” sino para mantener la regulación energética del cuerpo. Al inspirar, nuestra energía sube; al expirar, baja. Cuando nos asombramos o algo nos hace felices inconscientemente metemos aire al cuerpo (“¡Ah!”), mientras que la tristeza y el abatimiento crean el efecto contrario al expirar. Más que controlar la respiración se trata de evitar que la mente se distraiga, promoviendo la concentración mediante los procesos de inspiración, retención y expiración de aire. 5. Pratyahara Este escalón puede traducirse como “retirada” de los sentidos, de modo que la atención se interiorice. Se trata de retirar gentilmente nuestra atención en todo momento de cada cosa que ocurre a nuestro alrededor, de manera que podamos reconocer la naturaleza ilusoria de toda percepción sensorial e incluso emocional e intelectual. 6. Dharana Según Patanjali, la concentración o dharana implica “reunir el pensamiento en un lugar”, a la manera en que las hojas de un libro se encuentran “concentradas” en el libro. En esta práctica fijamos la mente en algún objeto que nos ayude a meditar, que puede ser físico como una flor, un mandala o una vela, o sonoro, como los mantras. Es la concentración sin esfuerzo, reposada. 7. Dhyana La concentración o dharana produce un estado de meditación que se llama dhyana, una meditación sin objeto (que no debe confundirse con “la nada” occidental). En dhyana la distracción no es un problema, porque la concentración sin esfuerzo ha rendido frutos. No se trata únicamente de la calma de la meditación, sino de llevar esa calma con nosotros a todos los aspectos de nuestra vida, a cada momento. 8. Samadhi Es el estado último al que puede aspirarse a través del camino del yoga, pero describirlo en palabras sería un ejercicio vacío. Los maestros lo llaman “la unión con dios” y la alegría absoluta, contemplación pura y superconciencia. Aquí se han eliminado todas las oscilaciones de la mente y se descansa en aquello que es incondicionado. Fuente: https://pijamasurf.com/2016/08/introduccion_al_octuple_sendero_del_yoga_segun_patanjali El Jnana yoga es el yoga de la sabiduría y elimina la impureza de la ignorancia (avarana). Por esto decía Jesús: "conoced la verdad y ella os hará libres". (San Juan 8.32). Nos volvemos conscientes del Atman (alma) por medio del estudio de las sagradas escrituras bajo la dirección de un Maestro. Esto es indispensable para tener éxito en estas prácticas. Primero se oye la verdad (sravana), después se reflexiona y se entiende intelectualmente (manana), luego se medita, trascendiendo el intelecto para volvernos conscientes de nuestro estado de paz absoluto, lo real (nididhyasana). Este es el camino más difícil y para practicarlo es indispensable adquirir dominio sobre los otros tres (Karma, Bhakti, Raya). La pregunta más importante es indudablemente: ¿Quién soy?, para hacernos conscientes de nuestra alma, pero hace parte del jnana yoga también cuestionarse y analizar todo lo que damos por sentado. Algunas de estas preguntas podrían ser: 1. ¿Vale la pena el progreso económico a costa de la naturaleza y la salud? 2. ¿Está bien comer animales? 3. ¿Qué es lo que realmente me hace feliz? 4. ¿En dónde están las fronteras que separan los países (que un pájaro volando por el aire no ve)? En la práctica del jnana yoga uno NO se sienta a meditar por algún tiempo, sino que aplica este proceso de meditación durante LAS 24 HORAS DEL DÍA para mantener este estado en la vida cotidiana. Aunque es el camino más elevado del yoga, podemos incluirlo en nuestra vida diaria. Una de las varias técnicas meditativas del Jnana Yoga es la actitud del testigo silencioso (sakshi bhav). Este método de meditación consiste en hacernos conscientes de que nuestro verdadero “Yo” es solamente como el testigo de todo lo que ocurre en nuestra vida. Vemos nuestra vida como una película y nos mantenemos conscientes de que no estamos involucrados en ella. Vemos la película de nuestra vida, pero no nos involucramos en el drama. Observamos con ecuanimidad como la mente pasa de un estado al otro, dándonos cuenta de que pase lo que pase por nuestra mente, el testigo (nuestro verdadero Yo), está siempre en paz. "EL ETERNO TESTIGO ESTÁ SIEMPRE EN PAZ." Cuando la mente está oscura, por ejemplo, y vemos todo negro, repetimos mentalmente: Om sakshi aham (soy el testigo). Y si esto en un inicio es muy difícil por lo menos tenemos conciencia de que esto es sólo un estado pasajero. Nuestra mente es como un río que fluye de un estado a otro constantemente. Jnana yoga nos lleva a la conciencia de nuestra esencia que es uno con el Todo, igual que cada ola del mar en esencia es una con todo el océano. Para conocer el sabor del océano no es necesario tomar todo el mar. Una gotaes suficiente. Del mismo modo, es suficiente entender “quién soy yo?”, para llegar a la conclusión que todos somos uno y lo mismo. Y como se necesitan mínimo “dos” para hacer guerra, la paz absoluta es la consecuencia natural de la realización de esta Unidad. Swami Sivananda decía que karma yoga lleva a bhakti yoga. Haciendo servicio podemos aprender a amar a los otros seres. Bhakti yoga lleva a raya yoga. Sin desarrollar devoción (amor supremo) es imposible meditar. Raya yoga conduce a jnana yoga. La meditación más profunda (Samadhi) lleva a jnana (la sabiduría del Ser supremo). Jnana yoga desemboca en moksha, la liberación espiritual. Y ésta es la manera más eficiente de contribuir con la paz del mundo. SIVANANDA YOGA Yoga, un Camino para la Paz Rāja yoga: literalmente ‘yoga regio’ o ‘yoga de los reyes’, pronunciado [ráya ióga] o [rásh ióga]. Raya yoga es el yoga del control mental y la meditación. Es el camino real del yoga porque considera a la mente como el rey de los otros sentidos y la meta es controlar a éste. Se llega al estado natural de paz interior a través del control de la mente que lleva a la meditación. La meditación es un estado de consciencia que no puede ser entendido intelectualmente sino a través de la experiencia propia y directa. Se puede definir como un flujo ininterrumpido del pensamiento hacia el Atman (alma) que culmina cuando la mente del meditador se disuelve en el objeto de amor y meditación. Para conocerse a sí mismo y de tal manera llegar a un estado permanente de paz y amor absoluto, ésta es indispensable. Este camino del yoga se basa en un libro clásico, llamado Los Yoga Sutras de Patanjali, cuyo autor es Patanjali Maharishi, el psicólogo más importante que ha existido, según los yoguis. Es el camino científico para llegar a la iluminación. Está escrito en forma de sutras, que son versos cargados de sabiduría. Unas de las formas prácticas que prescribe Patanjali para volvernos conscientes de nuestro estado permanente de paz a través de la meditación es el famoso asthanga yoga, que son los ocho peldaños para llegar al Samadhi (el estado supra-consciente: Conciencia del Atman): 1. Yamas: Restricciones 2. Niyamas: Observaciones 3. Ásanas 4. Pranayama 5. Pratyahara 6. Dharana 7. Dhyana 8. Samadhi En conclusión, Raya Yoga, también conocido como el yoga regio o yoga de los reyes, se centra en el control mental y la meditación. Este camino del yoga nos enseña a controlar la mente para alcanzar un estado de paz interior. La meditación, como parte integral del Raya Yoga, nos permite experimentar un flujo constante de pensamiento hacia el alma y disolver la mente en el objeto de amor y meditación. Para lograr un estado permanente de paz y amor absoluto, la meditación es indispensable. Este camino se basa en Los Yoga Sutras de Patanjali, un libro clásico que presenta los ocho pasos del Asthanga Yoga para alcanzar el estado supraconsciente del Samadhi. Siguiendo estos pasos, podemos cultivar una conexión más profunda con nosotros mismos y experimentar la iluminación. El bhakti yoga es el camino del yoga del amor incondicional o devoción espiritual. Se llega al Atman (ALMA) por medio del amor. La meta es transformar el amor condicional en amor incondicional hacia Dios y su creación y expandir nuestras vibraciones de amor desde el centro (nosotros mismos) a los más cercanos y de esta manera llegar a sentir, como decía Jesús, que todos somos hermanos y a amar hasta a nuestros enemigos. La relación existente entre Dios y el universo es la misma que se da entre una semilla y el árbol que sale de ella. Esto es: Dios y la vida son una y la misma cosa. Por lo tanto, la manera de conectarnos con nuestra esencia es empezar amando lo concreto, cercano y tangible en la vida. Por eso dicen los Chamanes que para llegar al Ser supremo hay que hacerlo a través de la madre tierra. Es fundamental hacernos conscientes de lo sagrado de ésta y por lo tanto honrarla. O sea, amar a Dios a través de su creación. También dicen que para que se logre la paz entre los hombres, tenemos que empezar relacionándonos bien primero con lo básico: la tierra y las piedras. Luego con las plantas y los árboles. A continuación con los animales. Y sólo después de esto podemos aspirar a tener relaciones pacíficas con los demás seres humanos. La conclusión de lo anterior, es que la base del bhakti (amor puro) y la paz en el mundo es una relación armónica con la naturaleza. Está comprobado, por ejemplo, que el comportamiento de la gente que vive en ambientes contaminados y sin naturaleza tiende a ser más agresivo que los que viven rodeados de verde y aire puro. El bhakti (amor puro) empieza a germinar en nosotros cuando estamos establecidos en el karma yoga. Servir a los demás produce bhakti. Algunas formas para desarrollar el bhakti son: 1. Escuchar historias espirituales de los maestros que nos abran el corazón. También leer las historias para niños de los seres iluminados que han existido como Krishna, Budha, San Francisco de Asís, etc. 2. Cantar mantras y canciones espirituales. En la biblia se dice también que cantar es orar dos veces. 3. Acordarse del nombre y la presencia de la Verdad Absoluta. Por ejemplo, con la constante repetición de los mantras (como el mantra universal OM). 4. Servicio a los demás con la sensación de servir a Dios y a su creación. 5. Hacer rituales espirituales y ofrendas con una actitud devocional. 6. Las postraciones físicas, como, por ejemplo, el saludo sol. Las postraciones nos ayudan a desarrollar humildad y amor. 7. Cultivar una sensación de ser el sirviente o amigo de Dios. 8. Amor incondicional y entrega completa al maestro espiritual y a el Absoluto. En conclusión, el bhakti yoga es el camino del amor incondicional y la devoción espiritual. La meta es transformar el amor condicional en amor incondicional hacia Dios y su creación. Al amar y honrar la naturaleza, establecemos una relación armónica que es la base del bhakti y la paz en el mundo. Practicando la escucha de historias espirituales, cantando mantras, sirviendo a los demás y cultivando una actitud devocional, podemos desarrollar el bhakti y experimentar una conexión profunda con lo divino. La entrega completa al maestro espiritual y al Absoluto también es una parte esencial de este camino. Fuente: Yoga, un Camino para la Paz Karma Yoga es el servicio desinteresado a los demás. Hacemos Karma Yoga cuando realizamos algo con la intención de servir. Cuando lo que nos motiva a ello es el deseo de procurarles bien a otros. La actitud de Karma Yoga es concentrarnos simplemente en cómo servir a la humanidad de la manera más eficiente posible. En lugar de pensar: ¿Qué puede hacer el mundo por mí?, pregúntate mejor: ¿Qué puedo hacer YO para servir al mundo? El servicio desinteresado es la base del yoga. Sin él, no podemos alcanzar éxito en nuestro propósito de volvernos conscientes del alma y lograr la paz. Es el método principal para remover egoísmo. Si esto no se alcanza, no existe ninguna posibilidad de iluminarse. Las siguientes preguntas te ayudarán a encontrar ti propósito de vida y poner practicar el Karma Yoga: 1. ¿Qué es lo que más necesita el mundo? 2 ¿Cuáles son mis mayores talentos y cuáles son los que más disfruto cuando los pongo en práctica? ¿Cuál es el trabajo que yo hasta “pagaría” por hacer? 3. En este punto, conectamos la primera con la segunda pregunta: ¿Cómo puedo yo poner estos talentos únicos al servicio de esta gran causa? Es decir: ¿Cómo puedo hacer realidad mi sueño, poniéndolo al servicio de los demás? "Amar y Servir." ¡Namasté! ¿Cuál es la relación entre el Yoga, el Budismo y el Hinduismo? Un buen lugar para iniciar éste articulo es definir qué es el Yoga y luego producir un contexto que permita compararla con el Budismo y el Hinduismo, con las que se le confunde a menudo. Yoga significa literalmente Unión, o Unir. Esta palabra se utiliza generalmente para definir prácticas y filosofías que tienen como propósito la iluminación o liberación del individuo. ¿Liberación? ¿Unión? ¿Iluminación? Quizás haya escuchado antes del Nirvana, palabra que define ese estado de unión perfecta con el Universo. Es un concepto complejo, suficiente como para cubrir un libro entero. Pero resumiendo muy brevemente, es un estado en el cual la persona deja de identificarse con su cuerpo, su mente, su personalidad, y los papeles que juega en el mundo, y se identifica con lo infinito. Se utiliza el término iluminación, porque en ese momento la persona puede ver la realidad sin distorsiones, y esto incluye verse a sí mismo como parte integral de todo lo que existe. Se le llama liberación pues es como romper las cadenas de la mente y trascender sus limitaciones. En el Cristianismo Místico se habla de adquirir la conciencia de Cristo. En el Judaísmo y el Islam hay enseñanzas parecidas, y en casi todas las corrientes espirituales el concepto de la iluminación es una parte esencial de la filosofía, las prácticas y las tradiciones. A pesar de que estas ideas de iluminación se encuentran en otras partes del mundo, los registros más antiguos se encuentran en la civilizaciones que vivían en la India hace varios miles de años. A partir de esas civilizaciones y sus creencias religiosas se formó poco a poco lo que se conoce hoy en día como el Hinduismo. A pesar de que tiene muchas sectas con creencias distintas, el Hinduismo cree en la Iluminación, y en la existencia de Dios. El Hinduismo es la religión organizada de más arraigo en la India, con creencias, rituales, paradigmas sociales y culturales que han tenido influencia en todas las demás religiones y filosofías de la India, incluyendo el Budismo. El Budismo nació alrededor del 500 A.C. en la India con Sidharta, conocido también como Gautama Buda. A pesar de que es conocido hoy en día como una religión, las enseñanzas del Budismo son agnósticas (no tienen una opinión sobre la existencia de Dios, ya que creen que no hay evidencia definitiva a favor o en contra), a pesar de ser profundamente espirituales. El Buda nunca habló de Dios, su interés era erradicar el sufrimiento humano a través de entender sus orígenes y luego encontrar la salida. En ese sentido, al igual que el Yoga, las enseñanzas del Buda están dirigidas a la liberación, y es por eso que hoy en día se le conocen como técnicas del Yoga Budista. El Budismo “original” ha cambiado mucho desde sus inicios, y hoy en día tiene todos los rasgos de las religiones organizadas, a pesar de que sus creencias sigan siendo agnósticas en principio. En ese sentido el Budismo y el Hinduismo se distinguen del Yoga. Es muy difícil definir cuándo nació el Yoga, pues si hablamos de prácticas de la India destinadas a la liberación, éstas forman parte esencial de todas las religiones de ese país. Es por eso que ha nacido una distinción importante: el Yoga Clásico es el que nació en paralelo a las religiones, y se toma como su punto de origen el libro más importante e influyente del Yoga como lo conocemos hoy: los Yoga Sutras de Patanjali. Aunque nadie sabe con certeza, Patanjali vivió más o menos 200 años antes de Cristo. En esta época, el Hinduismo era la religión más importante de la India, pero el Budismo ya existía como alternativa. El texto de Patanjali desafiaba muchas de las creencias del Hinduismo de ese entonces, por ejemplo no hablaba nunca de deidades, ni de castas, ni de sacerdotes ni de rituales. En ese sentido, el Yoga nació como una alternativa para aquellos que no estaban contentos con el Hinduismo o con el Budismo. Cabe destacar que el Hinduismo y el Budismo (así como muchas otras religiones) utilizan el Yoga a su manera. Es por eso que se habla del Yoga Budista o del Yoga Hindú. Lo que quiere decir que el Yoga puede ser utilizado por personas de cualquier creencia, incluso por aquellos que niegan la existencia de Dios. Parece ser una contradicción, pero es posible tener una vida espiritual plena sin tratar de comprender a Dios o a su naturaleza. En ese sentido, a pesar de que el Yoga Clásico menciona la existencia de un creador, no se dedica a explicarlo o a tratar de definirlo. El Yoga es una filosofía de vida, una manera de ver al mundo, una ciencia del autoconocimiento, un conjunto de herramientas para la realización personal. Está abierta a todos aquellos que deseen tomar de ella, y no tiene conflicto alguno con ninguna creencia religiosa. 2008 Copyright -Mijael Brandwajn "El cuerpo es tu templo. Mantenlo limpio y puro para el alma que reside en él." B.K.S. Iyengar. En la filosofía del yoga, se dice que para lograr un estado de paz interior es indispensable 'volvernos conscientes de nuestra verdadera esencia (Atman, alma). Ésta es la única forma de experimentar paz de manera permanente y expandirla a los demás. ¿Y, cómo podemos volvernos conscientes de nuestra verdadera esencia? Swami Vishnu Devananda nos dice que, para obtenerla, debemos de comenzar con los 5 puntos básicos del yoga, los cuales trabajan sobre todo con el CUERPO, que es, según esta filosofía, el VEHÍCULO que nos conduce a la meta. Los cinco puntos básicos del yoga para mantener en buen estado al vehículo del alma (el cuerpo) y a su conductor (la mente), para llevarlo a la meta son: 1. Ejercicio adecuado (posturas/ásanas): lubricación. 2. Respiración correcta (técnicas de respiración/pranayama): cargar la batería. 3. Relajación adecuada (savasana): sistema de enfriamiento. 4. Dieta saludable (sátvica): combustible de buena calidad. 5. Meditación y pensamiento positivo (Dhyana y filosofía): buen conductor (la mente). Estas son las cinco prácticas que debemos hacer idealmente a diario para mantener al cuerpo físico y a su conductor (la mente) en buen estado. Para volvernos conscientes del Atman (alma), contar con un cuerpo saludable y fuerte es una gran ayuda. Tenemos que respetarlo, limpiarlo y cuidarlo como un templo, pero no debemos olvidar que todo esto lo hacemos con el propósito de conocer el alma, y que éste está a su servicio y no al revés. Su cuidado, su limpieza y el mantenimiento de su salud son elementos básicos del yoga. Ellos constituyen la base para poder conocer nuestra verdadera naturaleza. Cristina Mejía [Nirmala]. YOGA Un Camino Para la Paz. “Alrededor de alguien que está establecido en ahimsa -la no violencia o la paz- se acaban los conflictos.” Patanjali. Yoga Sutras.
En la filosofía del yoga, se dice que ésta es la respuesta a la pregunta ¿Qué puedo hacer yo por la paz del mundo? El factor principal para alcanzar la paz no es el sistema de gobierno o la política que se tenga, sino que cada persona sienta paz en su interior. La paz no existe en las Constituciones, ni se puede negociar. No se puede firmar en un papel: se siembra en el corazón y se multiplica en los demás. Por lo tanto, sólo se logra cuando exista -como lo llaman los científicos- una masa crítica de individuos que haya alcanzado un estado de paz interior. Si ésta no existe en todos los miembros de la sociedad, no podrá haber paz exterior. ¿Cómo encontrar la paz en mi interior? Para encontrar paz interior a través del yoga, aquí tienes algunas sugerencias: 1. Establece una rutina regular de práctica de yoga: Dedica tiempo regularmente para practicar yoga. Esto te permitirá crear un espacio dedicado a ti mismo/a y a tu bienestar. 2. Concéntrate en la respiración: Durante tu práctica de yoga, presta atención consciente a tu respiración. Inhalando y exhalando profundamente, puedes calmar la mente y conectarte con tu cuerpo. 3. Practica la meditación: Combina tu práctica de yoga con la meditación. Al dedicar unos minutos a la meditación después de tu sesión de yoga, puedes encontrar un estado de calma y tranquilidad interna. 4. Explora posturas de yoga que promuevan la relajación: Incorpora posturas de yoga conocidas por su capacidad para relajar el cuerpo y la mente, como la postura del niño (Balasana), la postura del cadáver (Savasana) o la postura del perro boca abajo (Adho Mukha Svanasana). 5. Sé consciente del presente: Durante tu práctica de yoga, enfócate en el momento presente y en las sensaciones de tu cuerpo. Deja a un lado las preocupaciones y distracciones, y sumérgete en la experiencia del yoga. 6. Cultiva pensamientos positivos: A medida que practicas yoga, observa tus pensamientos y trata de reemplazar los negativos por pensamientos más positivos y constructivos. Cultivar una mentalidad positiva puede contribuir a tu paz interior. 7. Escucha música relajante: Acompaña tu práctica de yoga con música suave y relajante. La música puede ayudarte a crear un ambiente tranquilo y propicio para encontrar paz interior. Recuerda que encontrar paz interior es un proceso personal y único para cada individuo. Experimenta con estas prácticas y encuentra lo que funciona mejor para ti. |